Las huellas del Pasado ♦

Tucson, Arizona, EE.UU. Un pueblo como cualquier otro, colmado de leyendas urbanas, diferencias sociales y secretos de familias.

Desde 1940 e incluso antes, Tucson se ha destacado y ha sido muy diferenciado a los demás por los extraños acontecimientos que lo azotaron. Desde esas fechas muy antiguas la sociedad se vio atemorizada por muchas personas que decían ver apariciones y otros fenómenos paranormales. Esto fue tan así que incluso en aquellos tiempos se le llegó a llamar "Pueblo Fantasma" con una viva leyenda de que cualquiera que entrase viviría maldito de por vida.

Así fue que Tucson ganó mala fama y perdió mucha población.

Muchos historiadores de la zona intentaron explicar y buscar respuestas a estos fenómenos que muchas personas apreciaban en la ciudad y descubrieron un no grato pasado. Allí en aquel pueblo hacía mucho tiempo había surgido un gran número de muertes de personas que creían poder contactarse con espíritus. Un grupo de personas encapuchadas los persiguieron cual brujas y los asesinaron. Éstos denominados por la gente como Atras (en latín: oscuros) creían que la muerte a las personas conectadas con las apariciones era la única solución de llegar a la paz en aquel pueblo.


Las interminables muertes que provocaban los Atras y que la policía no podía hacer nada para detenerlas no fueron suficientes ni eficaces para lograr su propósito.
El clan se vio abrumado y comenzó a decaer en la idea de que los asesinatos habían sido en vano, y sus consciencias cobraron vida en su oscuro corazón. Así fue que los miembros se revelaron en contra del líder Rupert Auttenberg y le espetaron sus culpas. Pero éste al ver lo que se avecinaba comenzó a pensar en algo para zafar. Así fue que creó el plan anti-demencia, el cual decía que la única forma de acallar a los espíritus era aniquilando a los únicos que podían hablar y verlos realmente, los pacientes del manicomio.
Los miembros del clan se apegaron a la idea rápidamente, para callar la voz de la verdad que resaltaba ferozmente en sus mentes. En 1945 ocurrió la peor tragedia de Tucson: los Atras incendiaron por completo el manicomio Canterhall, causando la muerte de alrededor de 200 personas.

El edificio, que se encontraba a las afueras de la localidad, cerró ya que las paredes se habían debilitado y parte del primer piso se había derrumbado. Pronto la inmensidad de Canterhall pasó al olvido.


Muy conocido por todos en la ciudad pero sutilmente nombrado Sr. X en el clan, Rupert Auttenberg siempre fue un hombre muy respetado. Su familia fue una de las primeras en vivir en Tucson por lo tanto él se considera de sangre importante y un alto nivel social.
Desde pequeño su vida se vio marcada por extraños acontecimientos sobrenaturales que causaron la muerte de su madre. El pequeño Rupert, tratando de negar a toda costa que pudiesen existir espíritus, se convenció de que la demencia era responsable de esa tragedia.
Ya hombre, Auttenberg no tenía mucho trato social, ya que su arrogancia y su ego lo alejaron de los demás. Aún así logró casarse y tener dos hijos mellizos, Candence y Allan.
Pero la muerte sacude a la familia Auttenberg, como un destino sellado en este apellido. Con los pequeños con tan solo 8 años de edad la señora Auttenberg sufre de un ataque al corazón de razones desconocidas.

Con la policía investigando el caso, los médicos tratando de descubrir la causa de porque un corazón tan sano había dejado de latir, y Candence que juraba haber visto a otra persona de aspecto “extraño” hablando por última vez con su madre, el señor Auttenberg sigue negando la presencia de fenómenos paranormales en esa ciudad. Pero esto no quiere decir que no le haya importado la muerte de su mujer.

Tras este incidente, Rupert decide aislarse completamente de todo, incluyendo a sus hijos quienes seguían diciendo que también veía a aquel extraño.
Años después fundó el clan secreto de los Atras, con el fin de poder erradicar cualquier tipo de problema paranormal, borrándolo de raíz. Según él, no había espíritus rondando por ahí ni fantasmas que podían matarte de miedo, solo había locos con mentes débiles y cerradas que eran los causantes de que el miedo que creaban entre ellos los consumiera.
Así fue que con mucha astucia, inteligencia, agilidad y extremada discreción fueron torturando y/o aniquilando a todas “las raíces” del problema.

Ajenos a todo esto, los mellizos, se vieron abrumados por la falta de confianza y credibilidad de su padre pero más importante aún la ausencia de amor. Ellos aún seguían viendo a aquel extraño y se lo seguía diciendo a su padre, pero éste jamás les creyó.
Buscando amigos que la pudieran entender Candence comienza a visitar el internado Canterhall donde muchas personas acusadas de trastorno mental fueron internadas. Pronto su hermano también la acompaña. Ellos eran extremadamente unidos, ya que la perdida de su madre y la falta de su padre los dejaban completamente desaparados, al menos se tenían el uno al otro.
Pero la muerte volvió al ataque para los Auttenberg. El día que los Atras decidieron incendiar el psiquiátrico los mellizos Auttenberg se encontraba dentro.
Los miembros del clan prendieron fuego, y cerraron las salidas, cerrando también la tapa del libro de los jóvenes Auttenberg.

Rupert tras el incidente y la dolorosa muerte de sus hijos decidió acabar con su vida. Terminando así el legado Auttenberg. O al menos eso creían.


Un año después de la tragedia, la paz volvió a reinar en Tucson. Las visiones paranormales dejaron de atormentar a la ciudad.
En 2007 termina la obra de construcción y restauración del edificio Canterhall y se crea en él un colegio privado y pupilo, lleno de esperanzas y deseos de un buen comienzo.
El éxito del nuevo instituto es incomparable, pero pronto surgen problemas con los estudiantes. Muchos dicen ver gente que no debería estar allí.

La directora del colegio, la Sra. Baker, asegura que no hay lugar mejor ni más seguro que el colegio Canterhall (nombrado así en honor al hospital) y que solo se trata de bromas y juegos provocados por las leyendas urbanas de Tucson. También dice que no es posible que solamente los alumnos vean cosas extrañas, ya que ningún profesor (ella incluida) ha dicho lo contrario.
Así pues, un nuevo instituto abre sus puertas, pero con él los acontecimientos extraños pisan terreno nuevamente en Tucson.


Ahora nos encontramos en el comienzo de un nuevo curso de clases en el año 2011. Nuevos alumnos, nuevos profesores y un nuevo año para comenzar. Pero los fenómenos siguen…
Muchos dicen ver por los pasillos a los hermanos Auttenberg. Pero esto no es todo. Muchos de los estudiantes poseen distintas habilidades sobrenaturales.

Quinéticos
Poseen la habilidad de liberar energía, tanto asi que pueden mover objetos, y los mas desarrollados pueden empujar personas incluso.

Videntes
Pueden ver partes del futuro. Pero es demasiado incierto y no siempre dan con lo que realmente va a pasar.

Rastreadores
Son capaces de encontrarte en donde estés. Huelen un rastro tuyo y enseguida les llega la imagen de donde te encuentras, que haces en ese mismo momento, etc. La única debilidad de los rastreadores son los Sombras.

Sombras
Al estar a menos de 3 metros de distancia de éstos, las personas se vuelven inmunes a los poderes del Rastreador. Los Sombras poseen la energía necesaria como para que ningún rastreador pueda localizar a alguien que se encuentra a menos de tres metros de la sombra.

Sónicos
Tienen la capacidad de aumentar la potencia de su voz, haciendo que esta con tan solo un grito pueda lastimar los oídos de su oponente o víctima, asi como también puede causarle mareos, dolores de cabeza e incluso inconsciencia.

Manipuladores
Éstos alumnos pueden meterte ideas en tu cabeza, y cambiar lo que tu piensas. Incluso, también los mas poderosos logran controlarte casi completamente. Pero para esto deben usar demasiada energía, lo que lo hace peligroso por su salud. Tienden a cansarse, tener altibajos, o incluso desmayarse cuando utilizan mucho su poder. Pero si lo hacen correctamente pueden cambiar una verdad y convertirla en mentira en tu propia mente.

Los profesores toman medidas y reglamentos especiales para estos tipos de alumnos en general. Haciendo que la regla mas importante sea que ninguno de sus padres se entere de sus poderes, ya que puede ser peligroso para ellos mismos.

En fin, el colegio otro año mas abre sus puertas, y con los mellizos caminando por los corredores de vez en cuando…

¿Te animarás a matricularte en esta historia?